Paseo por París

Nuestra visión de París será diferente a cualquier otra, y es que eso os pasará a todos los que hayáis visitado esta ciudad.

Estuvimos poco más de 3 días y la verdad que pudimos disfrutar de sus calles y rincones, de la gente y de la majestuosa arquitectura de esta ciudad europea: sus edificios caracterizados por la piedra caliza obtenida de los subsuelos de la ciudad, el Sena por donde navegan infinidad de barcos, y el Barrio de los Artistas en lo alto de Montmartre son algunos de los puntos a destacar de la capital francesa. Contaremos nuestra experiencia tanto desde el punto de vista del fotógrafo y del turista.

Nos alojamos en el Barrio de Le Marai, un barrio muy cosmopolita con mucha oferta gastronómica en sus calles. Se puede decir que en el mapa de París dividimos la ciudad en tres zonas, a nuestra manera, para así poder agrupar los sitios de interés en función de la distancia que había entre ellos.

Comenzamos el primer día visitando el Musée du Louvre y sus características pirámides de cristal. Un tema de debate entre los parisinos fue este, ya que unos consideraban que rompía con la estética clásica de su arquitectura mientras que para otros suponía un elemento que encajaba a la perfección dándole un toque contemporáneo. Opiniones para todos los gustos. Optamos por no recorrer el museo en su interior puesto que para hacerlo bien, necesitas una semana completa dedicada a ello.

Seguimos del lado del Sena hasta la Île de la Cité donde emerge una de las catedrales más conocidas del mundo, Notre Dame de París. Este lugar es considerado el punto cero de París, a partir del cual se fundó la ciudad. El motivo era sencillo, fue un poblado pesquero quien fundó la ciudad y la isla dentro del río daba tanto el alimento como la seguridad que necesitaban.

En este lugar fue donde iniciaba el Free Tour que contratamos. Un guía nos llevó desde la fuente de Saint-Michel en el Barrio Latino paseando frente a Notre-Dame, la Saint Chapelle y el Musée d’Orsay, llegando hasta el Musée du Louvre y el Palais Royale. Existen muchos Free Tours distintos, cada uno aborda la historia desde puntos diferentes. Del nuestro, nos llamó especialmente la atención el conocer el origen de la expresión «Viejo verde» o que nos narraran la liberación de París en la II Guerra Mundial, por parte del batallón republicano español de La Nueve, una historia que nosotros ya conocíamos, gracias a la sesión fotográfica que realizamos pocos meses atrás. Una vez finalizado el Tour, subimos hasta la Place Vendôme, un lugar con mucho encanto con el estilo propio parisino y caracterizado por acoger a numerosos joyeros y tiendas de la alta costura.

En cuanto a la oferta gastronómica existe mucha variedad, sin embargo no os podéis ir de París sin comer uno de sus platos típicos, las famosas Crêpes. Recomendamos el restaurante donde me llevó María, en El Barrio Latino, La Crepe kit du Clown.

El segundo día lo comenzamos en la Opera de París. A partir de la Plaza de la Concordia caminamos por les Champs Elysées hasta llegar al Arc de Triomphe. Uno de los lugares más concurridos a nivel turístico. Este es el lugar donde el PSG y la selección francesa celebran sus victorias, como en el pasado mundial de fútbol. Este fue un día en el que tuvimos especial interés en realizar fotografía de arquitectura de los lugares emblemáticos.

Nuestra siguiente parada fue el Puente de Alexandre III, que es considera como el puente más bonito de París. Destaca por su cuidada ornamentación, pero lo que muchos no saben es que sus estatuas doradas y sus guirnaldas de conchas cumplen una función de contrapeso para dar equilibrio a toda la estructura. Todo un emblema de la Belle Époque.

Y llegó el momento más esperado del viaje, la Torre Eiffel, el monumento más famoso de la ciudad. Poco podemos decir que no se haya comentado ya, pero sí destacar que para los parisinos éste no es el mejor mirador de la ciudad, ya que desde arriba precisamente falta el monumento más importante, es decir la propia Torre Eiffel. Si quieres buenas vistas, lo idea es subir a la Torre de Montparnasse.

El tercer día se me hizo corto, sólo disponíamos de la mañana para visitar Montmartre, donde se encuentra el Moulin Rouge y el famoso Barrio de los Artistas. Este barrio obtuvo mala reputación por acoger los burdeles y cabarets de la ciudad, ya que la mayoría de artistas de la Belle Époque tenían aquí sus residencias, por ser una zona más apartada del centro y los alquileres eran más económicos. Paseamos por la escalinata del Sacré Coeur y la Place du Tertre, famosa por acoger a pintores que exponen sus obras en este rincón. Un lugar que personalmente me encantó.

París es una ciudad muy cinematográfica. Disney y El Jorobado de Notre-Dame se encargaron de dar a conocer la catedral, y en el cine por ejemplo, de la mano de WoodyAllen impulsaron el nombre de El Puente de Alexandre III en la película Midnight in Paris. La Torre Eiffel también ha sido un reclamo para los franceses. Algo que muchos no saben es que durante años, André Citroën colgó un letrero luminoso gigantesco con su nombre para publicitar su marca de automóviles.

Una ciudad con un sinfín de lugares por conocer. Sus diferentes paradas de metro, cada una con una decoración diferente; o encontrar obras de artistas anónimos por la calle con el fin de conseguir que el movimiento se vuelva viral. Esto precisamente nos pasó en la Place de la République al encontrar miles de ratoncitos de yeso esparcidos por la calle, de modo que nos llevamos a casa nuestro particular Ratatouille.

París, sin duda es una ciudad en la que siempre tendrás cosas y lugares por conocer. Nos queda pendiente volver.